Lágrimas ardiendo.

Dicen, dicen que el corazón de toda niña tiene su dueño. Dicen, dicen que ese dueño es un ángel. Un ángel que la guarda, aguardando la llegada de un príncipe sin alas. Dicen que una niña nunca vive sola, que nace, crece y fallece junto a alguien que la protege y la cura. Dicen, dicen tantas cosas, y todas ellas inciertas.. Dichos vagos, dementes, desequilibrados. Existe una niña que cada día suspira la falta de tu cariño, que cada día siente la carencia de tus brazos, que cada día añora el vacío de tu aliento. 

Que cada día suspira la ausencia de tu presencia.

Mucho tiempo sin actualizar, mil perdones, mil besos y 41 abrazos aplastantes. Gracias por estar ahí, leyendo estas mediocres palabras, este mediocre blog.

xoxo.

 Sophie.