tu risa alegraba mis días.
Éramos como llama encendida
en una noche prohibida.
Pero en tu corazón de cristal
no fui bienvenida,
y yo me desvanecí
como alma fallecida.
Y mientras me muero por tus besos
nunca leerás estos versos,
no soy yo quien te habla,
te habla mi amor por tus huesos.
Y aquí estoy, muerta en vida
En el umbral del dolor escribiendo esta poesía.
Recordando esos momentos efímeros,
tan efímeros como el tiempo y los días.
Anhelando esa felicidad
al ver tus ojos a los míos mirar,
al ver tu sonrisa brillar,
y en cualquier momento poderte abrazar.
Sé que no es un poema de premio nobel, pero me sentía inspirada y me dio por escribir. Espero que os haya gustado, y que no lo sintáis nunca. Os quiero, 29 abrazos aplastantes lovers <3
xoxo.
Sophie.
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